Cuando comenzamos un nuevo proyecto de hogar tenemos en cuenta numerosas cuestiones: muebles, electrodomésticos, iluminación, etc. Sin embargo y sobre todo si adquirimos un vivienda de nueva construcción no reparamos en los tonos de las estancias. Generalmente en las nuevas contrucciones los tonos que se nos proporcionan son blancos o crudos, la pregunta que nos hacemos es: ¿son esos tonos los más adecuados para nuestro nuevo proyecto vital?. Hoy os vamos a dar algunas nociones básicas sobre la psicología del color, es decir, como afecta a nuestro organismo. Cómo nos sentimos, que sensaciones nos transmite cada tonalidad y cuáles son más adecuadas para cada estancia y objetivo.
Descripción de los colores
Azul: El color azul forma parte de la gama fría de colores. Denota serenidad y en cierto modo frialdad. Su uso en estancias oscuras o angostas nos puede transmitir sensación de frío, sin embargo cuando los tonos son más suaves y combinados con techos claros nos trasladan a lugares relejantes y nos transmiten sensación de paz y serenidad. El consejo que os damos es que hagamos un uso muy restringido de los tonos oscuros y que utilicemos los azules claros en habitaciones o estancias de relax: sala de lectura o de estudio, estancias con bañera, etc. Sin embargo no es recomendable que las zonas comunes como comedores o recibidores tengan estos tonos.
Rojo: El rojo es el color de la intensidad, de la pasión, de la fuerza y la sangre. Es un color que no nos deja indiferentes, hace que nuestros sistema nervioso se active. Nuestra recomendación es evitar grandes superficies con estos tonos, sobre todo si vamos a pasar en ellas mucho tiempo durante el día. Sin embargo es un color perfecto tanto para añadir algunos detalles o pinceladas en ciertas zonas como para combinar con aceros o maderas en su justa medida.
Blanco: Es un color que denota silencio, calma… transmite frialdad como el azul en estancias poco luminosas sin embargo se llena de vida y transmite sensación de infinito en combinación con los rayos de luz.
Amarillo: Es un color fresco y joven que al igual que el rojo también activa nuestro sistema nervioso. Transmite serenidad y alegría por es el color de la luz, del oro, y del sol. No es adecuado para estancias de reposo como el dormitorio, sin embargo resulta ideal para el baño, comedor e incluso para los más atrevidos para la cocina.
Verde: El verde es un color tranquilo y muy relajante, actúa como sedante en nuestro sistema nervioso. Es un color muy adecuado para aquellas estancias que requieran concentración: despachos, zonas de estudio e incluso para la cocina. En combinación con amarillos denotará frescura mientras que al introducir tonos azules transmite mayor sobriedad.
Negro: Es un color lúgubre, de muerte, que hace que nuestro ánimo decaiga. Solo recomendamos su uso de manera muy moderada y como mera decoración puntual.
Gris: A pesar de ser el color del aburrimiento, en cuestiones del hogar nos da sensación de paz y denota sofisticación y modernidad. Muy indicado para zonas comunes en combinación con tonos más alegres.
Rosa: El rosa es femenino, transmite sensaciones de suavidad, de ligereza. A pesar de estar asociado a las niñas es muy recomendable para habitaciones de niños, independientemente del género.
Con todas estas pautas, esperamos que podáis elegir la pintura de vuestras paredes con toda la información necesaria, para cualquier duda, como siempre estaremos encantados de ayudaros a resolverla a través de cualquiera de nuestras vías de contacto o incluso en la propia tienda.
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Unos consejos estupendos. Queremos modernizar las paredes de casa y estamos escogiendo los colores para paredes que mejor queden. Nos gusta combinar colores neutros con paredes más intensas, y estos consejos nos vienen de fábula. Saludos!